Pues sí. Voy a contaros lo que he hecho. Hoy he
buscado un gato, he cogido uno que he visto por mi calle, lo he tenido
encerrado a oscuras en una habitación durante un tiempo, para cabrearlo. Al rato,
lo he sacado a un patio interior que tengo, para que no pudiese escapar y ha
estado correteando por el patio un buen rato, mientras yo le iba increpando.
Yo lo
dejaba correr, para que se cansara y no diera mucho el coñazo. Como veía que
tenía más reflejos, más habilidad... vamos que iba para largo, le he empezado a
clavar unas agujas de esas de coser... a ver si las heridas conseguían
pausarlo. El caso es que sí, se ha empezado a cansar; está claro que esas
heridas en el lomo y esa sangre cansan a cualquiera, así que antes de que
muriera y cuando he visto que su agonía era la justa como para no enterarse de
quien estaba cerca, he cogido un hierro afilado y ZAS, he acabado con su vida atravesándolo.
Me siento
muy orgulloso, me he divertido mucho.
Antes de
que me llames de todo por favor lee bien: si cambias gato por toro, en vez de
un hijo de puta maltratador de animales sin sentimientos ni escrúpulos, ¿que
sería? ¿un maestro? ¿me sacarías a hombros? El toreo es una forma más de
asesinato animal.